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lunes, 18 de noviembre de 2013

ELOGIAR



Un elogio puede suponer toda una inyección de confianza y motivación, para la persona que lo recibe. Mediante él se ofrece a alguien una imagen más positiva de sí mismo que quizás no era capaz de percibir. Para ello es muy importante que la persona que da esa distinción lo haga con absoluta sinceridad y la que lo recibe se crea merecedora de ella.
A menudo en las escuelas, en las familias, en las relaciones, incluso en las terapias… existe la tendencia a centrarse en lo negativo. Los fallos de otros o de uno mismo se detectan fácilmente y se destacan por encima de lo demás. Los padres recordamos una y otra vez a nuestros hijos lo que no hacen bien, la pareja nos repite lo que no le gusta de nosotros, el profesor subraya en rojo los errores que se han cometido… Esto es una forma, pero existe otra posibilidad quizá menos recorrida que consiste en prestar atención a las capacidades y cualidades de cada persona, destacarlo y decírselo. Cuando nos sentimos valorados ponemos empeño en que eso sea así y funciona.
El elogio forma parte de ese lado más amable de la realidad. Es un gesto de valoración y reconocimiento. Implica no sólo mirar con el cristal que nos permite ver el vaso medio lleno, sino también trasmitir y poner en palabras  los aderezos hallados.
Es verdad que de los errores se puede aprender mucho. Pero aprender reforzados y apreciados en lo positivo en lo que sí funciona, lo que sí nos gusta, es mucho más fácil.
El elogio es un ingrediente básico para mejorar nuestras relaciones. Todos nos sentimos más cercanos y nos expresamos con mayor libertad cuando estamos con personas que sabemos que nos aprecian y confían en nuestras capacidades. Es muy importante escuchar lo que les decimos a los demás y la manera de hablar que tenemos. Aprendamos a elogiar y no a criticar.

10 comentarios:

  1. Hay que ver la dificultad que tienen algunas personas a la hora de hacer un elogio a alguien, con lo poco que cuesta hacerlo. Estoy de acuerdo que siempre se resalta lo que se hace mal, igual nos falta un poco de humildad o tenemos demasiada envidia y por eso nos resulta tan difícil alabar los cualidades positivas que tienen los otros. Un beso.

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  2. Elogiar y alabar sin adular, es reconfortante y es de ida y vuelta porque lo es para quien escucha y para quien habla, Abrazos

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  3. Sobretodo hay que sér franco y sincero cuando elogies o digas un cumplido.Decir algo falso a una persona es una manera rápida de arruinar una relación, y la mayoría de la gente puede percibir la falta de franqueza.
    Saludos, Ana.

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  4. En la vida en sí, hay que ir con franqueza y llevar la verdad por delante y sí es para elogiar, ahí sí que no hay otra manera, de lo contrario sería un engaño, no un elogio. Gracias chicos por dar una vueltecita por aquí y dejar vuestro comentario, un abrazo para Luzdemar, Ester y Londonnek.

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  5. Ana... todo lo que dices es realmente cierto, los errores no se elogian nunca y como dices tu se subrayan siempre, que bonito post lo tomaré en cuenta :D besos

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  6. Mostrar o lado bom, positivo com um elogio é sempre melhor.
    Abraços.

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  7. Pero hay veces que el elogio lo utilizan solo para que te lo creas...
    Yo no soy de elogiar fácilmente. Ni me gusta que me elogien.
    Besosss

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  8. Ayuda a subir la estima en uno mismo y no cuesta nada, sin falsedades, claro.
    Un poco de humildad viene tan bien..
    Un post para reflexionar
    Un abrazo

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  9. Todo con medida como el alcohol. Elogio en su justa medida y ya, es todo.


    Un saludo Ana

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  10. Excelente trabajo Ana. Es muy cierto esa costumbre de, y me refiero a los hijos, señalar, por su bien, lo que "no están haciendo bien". De nuevo valoro que palabras acertadas nos recuerden lo importante que es la valoración de lo que sí se hace bien. Y que es mucho. De hecho más que lo corregible.

    Un abrazo.

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