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jueves, 31 de enero de 2013

NUESTRO NIÑO



Sin importar la edad que tengamos o aparentamos, todos llevamos un ser diminuto en nuestro interior, nuestro otro yo, el niño o niña interior, un niño que está herido.
Uno de los pasos fundamentales para crecer interiormente, es conocer nuestro niño y darle aquello que está necesitando y hacer las paces con él.
Cuando hablamos con nuestro chico y recordamos el pasado junto, sacamos del fondo cosas que nos entristecen, que nos atormentan a veces, por eso es bueno entablar una relación de comprensión y amor.
Conocer nuestros miedos, es el primer paso para poder superarlos, el miedo nos lleva a repetir patrones de conducta y actitudes, a ser rechazados, al abandono, en realidad si no nos enfrentamos a él, es nuestro niño interior el que  nos limita, llevándonos a sentir celos de aquello que nos rodea, a ser posesivos y a veces egocéntricos.
La única manera de superar los temores es garantizándole que siempre estaremos a su lado, que no lo vamos a dejar.
El miedo a la perdida que siente nuestro niño, nos produce una profunda tristeza, e inseguridad disfrazando nuestro ego, adoptando actitudes negativas.
Cuando somos conscientes del origen de todo temor y miedo, podemos optar por sanarlo, para esto debemos establecer un vínculo y una relación amorosa con nuestro chico, de este modo sanamos las heridas del pasado, las inseguridades y adquirimos más seguridad en nosotros mismos.

Sentir miedo es algo natural, pero debemos superarlo poco a poco, aceptando  cambiar las ataduras que nos encadenan.

2 comentarios:

  1. Ay nuestros niños y niñas... que doliditos están y cuando amorcito y cariño necesitan. Que importante es tomar conciencia de esto y perdonar, perdonarnos, aceptarnos y amarnos...

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  2. Si, si, si que hay que mimar a ese chiquitín que tanemos todos ahí dentro y que siempre esta reclamando atención, por eso hay que darle mucho, pero que mucho amor.

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